
*El dirigente sindical, se embolsa 38 mil pesos mensuales, con el primer plantón extorsionó con su nivelación y ahora con otra nueva manifestación, tomando como excusa la falta de medicinas, quiere 200 plazas nuevas para poder lograr su reelección.
Alejandro Mares Berrones
Si un gobierno le ha cumplido al Sindicato de Trabajadores al Servicio del Municipio de Matamoros, ha sido el del Licenciado Beto Granados, quien desde que asumió la alcaldía no le importó que su dirigente Alejandro Millán, en campaña apoyara abiertamente a la candidata del PAN Leticia Salazar Vázquez, quien estuvo respaldada en todo momento, por Mario López, quien votó por ella, traicionando a Morena, para que el actual presidente municipal no llegará a la Sexta.
Millán le jugó las contras a Morena, pero al contrario, Beto Granados, le respondió designando varios millones de pesos para becas de los hijos de los empleados municipales, rompió con el mal manejo que Mario López y Alejandro Millán tuvieron con los medicamentos; por eso el gobierno municipal actual tuvo que cambiar de proveeduría, molestando a Millán, por algunas presuntas faltas de medicamentos.


El 18 de julio, después de haber pactado con el gobierno municipal, que iba a reinar siempre el diálogo, antes que las protestas y plantones, Alejandro Millán faltó a su palabra y organizó un plantón por supuesta falta de medicamentos, después se retractó y ante los medios dijo que todo estaba arreglado.
Lo que Millán no les dijo a los agremiados del sindicato que él encabeza, fue que la presión que metió, fue para sacar beneficios para él y los del Comité Ejecutivo, pues logró “con la excusa de falta de medicamentos”, la nivelación de su salario y de algunos otros afines a él. Hubo aumento de sueldos para delegados y los del comité.
Alejandro Millán, antes de ser dirigente del citado Sindicato ganaba poco y ahora se embolsa 38 mil pesos mensuales, está en el tabulador más alto; además recolecta el 1 por ciento de las cuotas sindicales, de más de 840 empleados sindicalizados, producto de los salarios de estos por catorcena.
Y por si fuera poco, Millán a través del Sindicato recibe otros recursos como parte del Contrato Colectivo, como es la cantidad de 70 mil pesos mensuales; “esos cientos de miles de pesos al final de cada periodo sindical salen a flote por despilfarros, corruptelas y desvíos de recursos”, como el propio Alejandro Millán denunció a su antecesora Raquel Iñiguez, quien por cierto lo tiene demandado por daño moral, tanto a él como a la organización sindical, por la sarta de mentiras que dijo de ella.
Hace ya algunos meses entreviste a Raquel y esto fue lo que dijo entre otras cosas: “a mí me difamaron, un peso no faltó en el sindicato, yo di cuentas claras”, se sabe que la ex dirigente de esta organización sindical tiene demando a Millán y al propio sindicato por daño moral.
Y como siempre los más afectados son los sindicalizados, que nunca obtienen nada, porque confían en personas como Alejandro Millán, quienes los explotan, los llevan a plantones y manifestaciones, para sacar beneficios primero para él y su sequito y muchas de esas cuotas van a parar a los bolsillos, a carros nuevos y remodelaciones de casas de sus dirigentes abusivos y nefastos.
Es ya sabido que Millán quiere reelegirse, porque además de la demanda por daño moral que le acarreo al Sindicato por difamar a su antecesora, sus números ya no le cuadran, amenaza con plantones simulados porque pretende la plaza de 200 sindicalizados más, las que de autorizarlas el Municipio, lo estarían fortaleciendo para su reelección.
Millán quiere que 200 empleados de confianza de los llamados “libre”, que no tienen número y que por ley y reglamento del propio sindicato no pueden ser dados de alta como sindicalizados sean los que asuman esa categoría.

Lo que los agremiados del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Municipio no saben, es que muchos de estos 200 empleados son familiares y amigos de Millán y de los miembros del Comité, por eso hasta la más mínima excusa para realizar plantones y manifestaciones, esa es la verdadera razón y la carta de presentación de un dirigente nefasto.
La mayoría de los sindicalizados ya se dieron cuenta, que Millán con la derecha pega y presiona al municipio; pero con la izquierda estira la mano para su beneficio; con el primer plantón logró su nivelación y la de parte de su comité; hoy el objetivo de los plantones es que le den de alta a 200 bases sindicalizadas y poder reelegirse; aunque también si se le ceba, poder dejar a alguien de su equipo para que le cubra la espalda, porque si llega algún contrario, tendrá que rendir cuentas.
Lo extraño, lo curioso, de todas estas acciones virulentas de Alejandro Millán, es que si ya el gobierno municipal, que encabeza el Licenciado Granados, le había tendido la mano y ahora se la muerde, como perro rabioso, que babea sobres sus fauces, sencillamente este personaje no es un buen líder, porque traiciona a las bases y las manipula, es un dirigente arbitrario y muy mal agradecido.
Que no se les olvide a los agremiados de este sindicato, que el gobierno de Beto Granados es humanista, ya se los demostró con las becas para sus hijos y no les va a fallar con los medicamentos, es un compromiso que hizo desde el primer día de su gobierno, pero no se va dejar chantajear por dirigentes charros como Millán.
A ver, a ver, porque en tiempos de Mario López, cuando les debían a los sindicalizados más de 3 meses de primas de antigüedad y el medicamento les faltaba a diario, Alejandro Millán se mantuvo sumiso y hasta la cabeza le agachaba al ex alcalde corrupto que dejó una deuda enorme en medicamento.
Sin duda, a Alejandro Millán, ya se le escurrió el maquillaje y detrás de sus protestas y plantones está “la mano pachona” de “La Borrega Corrupta”.