
La herida sigue abierta: 47 años después del asesinato de Salvador Barrios Barba
Alejandro Mares Berrones
En una pequeña habitación llena de recuerdos, Rafael Barrios Barba sostiene con ternura una fotografía de su hermano Salvador, asesinado por la policía preventiva el 20 de Junio de 1978. Con lágrimas en los ojos y con una voz entrecortada, Rafael revive aquellos días terribles y comparte la historia de su hermano, un joven de 16 años con sueños y aspiraciones.
Un golpe que nunca se olvida
“Yo tenía 15 años y él 16, estudiábamos juntos en la Secundaria Técnica 4. El asesinato de Chava nos cambió todo, fueron días muy tristes para mis papás y para mis hermanos”, recuerda Rafael con voz temblorosa. La pérdida de su hermano lo afectó profundamente, lo que lo llevó a volverse rebelde y a sentir un gran coraje contra la policía

Rafael afirma que el asesino de su hermano fue detenido y enviado a la cárcel de Ciudad Victoria, pero después no se supo nada más. “Yo recuerdo a Chava, así como está aquí en la foto”, dice mientras apunta la imagen de su hermano con el dedo índice. “Fue la última imagen que tuvimos de él. Así era; él era muy bueno para dibujar, quería ser arquitecto, pero nos lo mataron”.
Un sentimiento de rencor que perdura
A pesar de que han pasado 47 años, Rafael sigue sintiendo un gran rencor contra la policía. “Seguimos con nuestras vidas, pero siempre recordándolo y con ese sentimiento de rencor contra la policía y hasta ahorita nunca se nos ha pasado, ese trago amargo de perder a un hermano y de esa forma”, confiesa.

La lucha por la justicia
La familia Barrios Barba recibió apoyo de la gente de la colonia, del pueblo y de los estudiantes. “Más que nada fue un movimiento de estudiantes, vinieron de Monterrey, de Victoria, de muchas partes y de aquí del TEC y de la secundaria donde estudiábamos; gracias a todo este movimiento se nos hizo justicia a nosotros, pero lamentablemente hubo otros estudiantes asesinados en esa fecha”, recuerda Rafael.

Un legado que perdura
A pesar del dolor y la injusticia, Rafael sigue recordando a su hermano con cariño. “Mi hermano nos sigue haciendo falta; ahorita tuviera 61 años, yo tengo 60, él me ganaba por un año. Cuando nos juntamos todos mis hermanos siempre recordamos a Chava, cuando llegábamos de la escuela aquí a la casa, las travesuras que hacíamos juntos de niños”.
La historia de Salvador Barrios Barba es un recordatorio de la importancia de luchar por la justicia y de nunca olvidar a aquellos que han sido víctimas de la violencia.